Si eres amante del té, quizás te hayas preguntado alguna vez cómo es posible que existan tantas variedades diferentes verde, negro, oolong, blanco… A pesar de sus diferencias de sabor, color y beneficios, todos estos tés provienen de la misma planta, la Camellia sinensis. En este artículo exploraremos el fascinante mundo del té, cómo de una sola planta nacen todas estas variedades, y cómo se relaciona esto con la popular bebida fermentada él te kombucha.
La planta del té Camellia sinensis
La planta del té, conocida científicamente como Camellia sinensis, es originaria de Asia, especialmente de China e India. Es de esta planta que se derivan todas las variedades de té que disfrutamos hoy en día. A pesar de que los diferentes tés parecen tan distintos, la diferencia radica principalmente en el procesamiento de las hojas después de la cosecha, no en la planta en sí.
Té verde, té negro, té oolong, y otros tipos de té, pasan por diferentes métodos de oxidación y fermentación, lo que resulta en variaciones de sabor, color y contenido de nutrientes. Lo interesante de todo esto es que, aunque parezcan bebidas completamente diferentes, como el té verde y el té negro, todos ellos provienen de la misma planta madre.
Tipos de té derivados de la Camellia sinensis
A continuación, te explicamos los tipos de té más conocidos y cómo sus características dependen del proceso que siguen después de ser cosechados.
Té verde
El té verde es una de las formas más populares de té, especialmente entre aquellos que buscan una bebida saludable y natural. Para elaborar el té verde, las hojas de Camellia sinensis son secadas rápidamente tras la cosecha, lo que evita su oxidación. Esto permite que las hojas conserven su color verde natural y su sabor fresco y herbáceo.
Este tipo de té es muy valorado por su alto contenido de antioxidantes, especialmente catequinas, que se asocian con numerosos beneficios para la salud, como la mejora del metabolismo y la protección contra enfermedades cardíacas. Además, el té verde es un componente esencial del popular te kombucha, que se fermenta para obtener una bebida refrescante y probiótica.
Té negro
A diferencia del té verde, el té negro pasa por un proceso de oxidación más largo, lo que da como resultado un color más oscuro y un sabor más robusto y profundo. Las hojas de té negro se dejan marchitar, rodar y luego oxidar completamente antes de secarse. Este proceso es el responsable de su característico sabor intenso y su contenido de cafeína más alto que otros tés.
El té negro es también una base común para él te kombucha. Debido a su sabor fuerte, muchas personas eligen esta variedad para crear una bebida más compleja cuando fermentan kombucha en casa. El proceso de fermentación ayuda a suavizar el amargor del té negro, convirtiéndolo en una bebida kombucha rica y satisfactoria.
Té oolong
El té oolong es algo intermedio entre el té verde y el té negro, ya que se oxida solo parcialmente. Esta oxidación parcial le otorga un sabor único, que puede variar desde notas florales y afrutadas hasta más terrosas y tostadas, dependiendo de cuánto tiempo se oxide.
Este tipo de té también se puede usar para hacer te kombucha, creando una bebida fermentada con sabores más matizados y complejos. Al igual que otros tipos de té, el oolong ofrece beneficios antioxidantes y puede ayudar en la digestión.
Cómo se relaciona el té con la kombucha
La kombucha es una bebida fermentada que se ha hecho muy popular debido a sus propiedades probióticas y su capacidad para mejorar la salud intestinal. Lo que muchas personas no saben es que la base de la kombucha es, de hecho, el té, generalmente té verde o té negro. El proceso de fermentación transforma estos tés en una bebida efervescente, ácida y ligeramente dulce que está llena de probióticos, que ayudan a mantener el equilibrio de la microbiota intestinal.
Él te kombucha comienza con una infusión de té endulzado (con azúcar) que, al entrar en contacto con una colonia simbiótica de bacterias y levaduras, conocida como SCOBY, inicia el proceso de fermentación. El té aporta los antioxidantes y las propiedades saludables, mientras que el SCOBY transforma el azúcar en ácidos orgánicos, probióticos y pequeñas cantidades de alcohol.
Beneficios de los diferentes tipos de té en la kombucha
El tipo de té que elijas para hacer tú te kombucha puede influir en los beneficios y el sabor de la bebida resultante. Aquí hay algunos beneficios comunes según el tipo de té que elijas.
- Té verde kombucha. Contribuye a un alto contenido de antioxidantes y catequinas, lo que puede ayudar a mejorar la salud metabólica y proteger el cuerpo del daño oxidativo.
- Té negro kombucha. Debido a su contenido más alto de cafeína y su sabor fuerte, el té negro en la kombucha puede proporcionar una mayor energía y una bebida más robusta y rica en sabor.
- Té oolong en kombucha. El té oolong puede aportar notas florales y afrutadas, haciendo que la kombucha sea más compleja y ligera en sabor.
Cada tipo de té le dará a la kombucha características únicas, por lo que es posible que quieras experimentar hasta encontrar tu combinación favorita.
¿Dónde comprar kombucha y tés en Chile?
Si estás buscando donde comprar kombucha en Chile, tienes muchas opciones disponibles. Tiendas de productos naturales, supermercados y mercados locales ofrecen varias marcas de kombucha. Entre ellas, Kombuchacha es una marca chilena que se ha destacado por ofrecer una bebida kombucha 100% natural, viva y justa, elaborada con los mejores ingredientes.
Puedes también adquirir diferentes tipos de té, como té verde o té negro, en tiendas especializadas y mercados orgánicos, lo que te permitirá hacer tu propio te kombucha en casa si te animas a experimentar.
Cómo hacer kombucha en casa usando diferentes tipos de té
Si te entusiasma la idea de hacer tu propio te kombucha en casa, es un proceso más sencillo de lo que parece. Todo lo que necesitas es té (puedes usar té verde, té negro o té oolong), azúcar, un SCOBY, y tiempo para la fermentación.
Aquí tienes los pasos básicos para hacer kombucha en casa.
- Prepara una infusión de té fuerte con tu tipo de té preferido.
- Añade azúcar y disuélvela completamente.
- Deja que la infusión se enfríe a temperatura ambiente y añade el SCOBY.
- Cubre el frasco con un paño limpio y déjalo fermentar a temperatura ambiente durante 7-10 días.
- Una vez fermentada, embotella tu kombucha y disfruta de sus propiedades probióticas.
Todo proviene de la misma planta, pero cada té es único
Es fascinante cómo una sola planta, la Camellia sinensis, puede dar lugar a una diversidad tan rica de tés. Desde el té verde hasta el té negro y el té oolong, cada uno ofrece algo único en términos de sabor, propiedades y beneficios. Además, estos tés son la base perfecta para crear el popular te kombucha, una bebida fermentada que no solo es deliciosa, sino también llena de probióticos que pueden mejorar tu bienestar general.
Si estás interesado en el té y en bebidas naturales, comprar kombucha o hacer tu propia kombucha en casa es una excelente manera de experimentar con los diferentes sabores y beneficios de estos tés. ¡No dudes en probarla y disfrutar de todo lo que el té puede ofrecer!